2012/08/29

meravellosament... gràcies!








tornada de Kyoto ... i alguns somnis compartits!




2012/08/16

Explico que se trata de "darse cuenta".

¿Darse cuenta de qué?
Sin el "de qué": ¡darse cuenta! Sólo ser consciente del instante presente. De la vida.

2012/08/15

obon festival 。。。

obon festival... tres dies de festa nacional,
i l'hem passat avui treballant i amb un sopar al restaurant espanyol amb el Florian i Takahashi...
ulls tancats al voltant i el nom del lloc "Buleria", braves? necessiten millorar... pernil... i sobretot racions japoneses, per aquí tot és petit!

tres dies?

i per què no? sempre veient els poster dels tenistes de la botiga davant, a la porta del despatx...
havent dinat hem anat a preguntar per feina d'entrenadora a algun lloc...
tres clubs de rics estrangers on preguntar...


"En la primera edición de El proceso de 1925, Max Brod comentaba que el manuscrito no llevaba título. Sin embargo, Kafka, como Max Brod documentó, siempre se refirió al texto con esa denominación. Por regla general, Kafka se decidía por un título definitivo una vez concluida la obra. No se puede excluir, por consiguiente, que El proceso fuese sólo un título provisional. "

concursant per una biblioteca,
m'han imprès en un dinA 4 "la Biblioteca de Babel"...
i relacionat amb maneres d'escriure... Kafka

ja no recordava que fa pocs mesos l'havia llegit tot comprant el llibre al barri jueu de Cracòvia... "der Prozess"
... seguirem tocant portes ...

2012/08/14

Nan ji ni? 1.35 am . . . otsukare . . . 

la biblioteca ...


LA BIBLIOTECA DE BABEL Jorge Luis Borges

El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la de los pisos, excede apenas la de un bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra galería, idéntica a la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades finales. Por ahí pasa la escalera espiral, que se abisma y se eleva hacia lo remoto. En el zaguán hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias. Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es infinita (si lo fuera realmente ¿a qué esa duplicación ilusoria?); yo prefiero soñar que las superficies bruñidas figuran y prometen el infinito... La luz procede de unas frutas esféricas que llevan el nombre de lámparas. Hay dos en cada hexágono: transversales. La luz que emiten es insuficiente, incesante.
Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo de catálogos; ahora que mis ojos casi no pueden descifrar lo que escribo, me preparo a morir a unas pocas leguas del hexágono en que nací. Muerto, no faltarán manos piadosas que me tiren por la baranda; mi sepultura será el aire insondable; mi cuerpo se hundirá largamente y se corromperá y disolverá en el viento engendrado por la caída, que es infinita. Yo afirmo que la Biblioteca es interminable. Los idealistas arguyen que las salas hexagonales son una forma necesaria del espacio absoluto o, por lo menos, de nuestra intuición del espacio. Razonan que es inconcebible una sala triangular o pentagonal. (Los místicos pretenden que el éxtasis les revela una cámara circular con un gran libro circular de lomo continuo, que da toda la vuelta de las paredes; pero su testimonio es sospechoso; sus palabras, oscuras. Ese libro cíclico es Dios.) Básteme, por ahora, repetir el dictamen clásico: La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.
A cada uno de los muros de cada hexágono corresponden cinco anaqueles; cada anaquel encierra treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro es de cuatrocientas diez páginas; cada página, de cuarenta renglones; cada renglón, de unas ochenta letras de color negro. También hay letras en el dorso de cada libro; esas letras no indican o prefiguran lo que dirán las páginas. Sé que esa inconexión, alguna vez, pareció misteriosa. Antes de resumir la solución (cuyo descubrimiento, a pesar de sus trágicas proyecciones, es quizá el hecho capital de la historia) quiero rememorar algunos axiomas.
El primero: La Biblioteca existe ab aeterno. De esa verdad cuyo colorario inmediato es la eternidad futura del mundo, ninguna mente razonable puede dudar. El hombre, el imperfecto bibliotecario, puede ser obra del azar o de los demiurgos malévolos; el universo, con su elegante dotación de anaqueles, de tomos enigmáticos, de infatigables escaleras para el viajero y de letrinas para el bibliotecario sentado, sólo puede ser obra de un dios. Para percibir la distancia que hay entre lo divino y lo humano, basta compararestos rudos símbolos trémulos que mi falible mano garabatea en la tapa de un libro, con las letras orgánicas del interior: puntuales, delicadas, negrísimas, inimitablemente simétricas.
El segundo: El número de símbolos ortográficos es veinticinco. Esa comprobación permitió, hace trescientos años, formular una teoría general de la Biblioteca y resolver satisfactoriamente el problema que ninguna conjetura había descifrado: la naturaleza informe y caótica de casi todos los libros. Uno, que mi padre vio en un hexágono del circuito quince noventa y cuatro, constaba de las letras MCV perversamente repetidas desde el renglón primero hasta el último. Otro (muy consultado en esta zona) es un mero laberinto de letras, pero la página penúltima dice «Oh tiempo tus pirámides». Ya se sabe: por una línea razonable o una recta noticia hay leguas de insensatas cacofonías, de fárragos verbales y de incoherencias. (Yo sé de una región cerril cuyos bibliotecarios repudian la supersticiosa y vana costumbre de buscar sentido en los libros y la equiparan a la de buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de la mano... Admiten que los inventores de la escritura imitaron los veinticinco símbolos naturales, pero sostienen que esa aplicación es casual y que los libros nada significan en sí. Ese dictamen, ya veremos no es del todo falaz.)
Durante mucho tiempo se creyó que esos libros impenetrables correspondían a lenguas pretéritas o remotas. Es verdad que los hombres más antiguos, los primeros bibliotecarios, usaban un lenguaje asaz diferente del que hablamos ahora; es verdad que unas millas a la derecha la lengua es dialectal y que noventa pisos más arriba, es incomprensible. Todo eso, lo repito, es verdad, pero cuatrocientas diez páginas de inalterables MCV no pueden corresponder a ningún idioma, por dialectal o rudimentario que sea. Algunos insinuaron que cada letra podía influir en la subsiguiente y que el valor de MCV en la tercera línea de la página 71 no era el que puede tener la misma serie en otra posición de otra página, pero esa vaga tesis no prosperó. Otros pensaron en criptografías; universalmente esa conjetura ha sido aceptada, aunque no en el sentido en que la formularon sus inventores.
Hace quinientos años, el jefe de un hexágono superior dio con un libro tan confuso como los otros, pero que tenía casi dos hojas de líneas homogéneas. Mostró su hallazgo a un descifrador ambulante, que le dijo que estaban redactadas en portugués; otros le dijeron que en yiddish. Antes de un siglo pudo establecerse el idioma: un dialecto samoyedo-lituano del guaraní, con inflexiones de árabe clásico. También se descifró el contenido: nociones de análisis combinatorio, ilustradas por ejemplos de variaciones con repetición ilimitada. Esos ejemplos permitieron que un bibliotecario de genio descubriera la ley fundamental de la Biblioteca. Este pensador observó que todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales: el espacio, el punto, la coma, las veintidós letras del alfabeto. También alegó un hecho que todos los viajeros han confirmado: No hay en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos. De esas premisas incontrovertibles dedujo que la Biblioteca es total y que sus anaqueles registran todas las posibles combinaciones de los veintitantos símbolos ortográficos (número, aunque vastísimo, no infinito) o sea todo lo que es dable expresar: en todos los idiomas. Todo: la historia minuciosa del porvenir, las autobiografías de los arcángeles, el catálogo fiel de la Biblioteca, miles y miles de catálogos falsos, la demostración de la falacia de esos catálogos, la demostración de la falacia del catálogo verdadero, el evangelio gnóstico de Basilides, el comentario de ese evangelio, el comentario del comentario de ese evangelio, la relación verídica de tu muerte, la versión de cada libro a todas las lenguas, las interpolaciones de cada libro en todos los libros, el tratado que Beda pudo escribir (y no escribió) sobre la mitología de los sajones, los libros perdidos de Tácito.
Cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba todos los libros, la primera impresión fue de extravagante felicidad. Todos los hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y secreto. No había problema personal o mundial cuya elocuente solución no existiera: en algún hexágono. El universo estaba justificado, el universo bruscamente usurpó las dimensiones ilimitadas de la esperanza. En aquel tiempo se habló mucho de las Vindicaciones: libros de apología y de profecía, que para siempre vindicaban los actos de cada hombre del universo y guardaban arcanos prodigiosos para su porvenir. Miles de codiciosos abandonaron el dulce hexágono natal y se lanzaron escaleras arriba, urgidos por el vano propósito de encontrar su Vindicación. Esos peregrinos disputaban en los corredores estrechos, proferían oscuras maldiciones, se estrangulaban en las escaleras divinas, arrojaban los libros engañosos al fondo de los túneles, morían despeñados por los hombres de regiones remotas. Otros se enloquecieron... Las Vindicaciones existen (yo he visto dos que se refieren a personas del porvenir, a personas acaso no imaginarias) pero los buscadores no recordaban que la posibilidad de que un hombre encuentre la suya, o alguna pérfida variación de la suya, es computable en cero.
También se esperó entonces la aclaración de los misterios básicos de la humanidad: el origen de la Biblioteca y del tiempo. Es verosímil que esos graves misterios puedan explicarse en palabras: si no basta el lenguaje de los filósofos, la multiforme Biblioteca habrá producido el idioma inaudito que se requiere y los vocabularios y gramáticas de ese idioma. Hace ya cuatro siglos que los hombres fatigan los hexágonos... Hay buscadores oficiales, inquisidores. Yo los he visto en el desempeño de su función: llegan siempre rendidos; hablan de una escalera sin peldaños que casi los mató; hablan de galerías y de escaleras con el bibliotecario; alguna vez, toman el libro más cercano y lo hojean, en busca de palabras infames. Visiblemente, nadie espera descubrir nada.
A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva. La certidumbre de que algún anaquel en algún hexágono encerraba libros preciosos y de que esos libros preciosos eran inaccesibles, pareció casi intolerable. Una secta blasfema sugirió que cesaran las buscas y que todos los hombres barajaran letras y símbolos, hasta construir, mediante un improbable don del azar, esos libros canónicos. Las autoridades se vieron obligadas a promulgar órdenes severas. La secta desapareció, pero en mi niñez he visto hombres viejos que largamente se ocultaban en las letrinas, con unos discos de metal en un cubilete prohibido, y débilmente remedaban el divino desorden.
Otros, inversamente, creyeron que lo primordial era eliminar las obras inútiles. Invadían los hexágonos, exhibían credenciales no siempre falsas, hojeaban con fastidio un volumen y condenaban anaqueles enteros: a su furor higiénico, ascético, se debe la insensata perdición de millones de libros. Su nombre es execrado, pero quienes deploran los «tesoros» que su frenesí destruyó, negligen dos hechos notorios. Uno: la Biblioteca es tan enorme que toda reducción de origen humano resulta infinitesimal. Otro: cada ejemplar es único, irreemplazable, pero (como la Biblioteca es total) hay siempre varios centenares de miles de facsímiles imperfectos: de obras que no difieren sino por una letra o por una coma. Contra la opinión general, me atrevo a suponer que las consecuencias de las depredaciones cometidas por los Purificadores, han sido exageradas por el horror que esos fanáticos provocaron. Los urgía el delirio de conquistar los libros del Hexágono Carmesí: libros de formato menor que los naturales; omnipotentes, ilustrados y mágicos.
También sabemos de otra superstición de aquel tiempo: la del Hombre del Libro. En algún anaquel de algún hexágono (razonaron los hombres) debe existir un libro que sea la cifra y el compendio perfecto de todos los demás: algún bibliotecario lo ha recorrido y es análogo a un dios. En el lenguaje de esta zona persisten aún vestigios del culto de ese funcionario remoto. Muchos peregrinaron en busca de Él. Durante un siglo fatigaron en vano los más diversos rumbos. ¿Cómo localizar el venerado hexágono secreto que lo hospedaba? Alguien propuso un método regresivo: Para localizar el libro A, consultar previamente un libro B que indique el sitio de A; para localizar el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta lo infinito... En aventuras de ésas, he prodigado y consumido mis años. No me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro total; ruego a los dioses ignorados que un hombre - ¡uno solo, aunque sea, hace miles de años! - lo haya examinado y leído. Si el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique.
Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo razonable (y aun la humilde y pura coherencia) es una casi milagrosa excepción. Hablan (lo sé) de «la Biblioteca febril, cuyos azarosos volúmenes corren el incesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo niegan y lo confunden como una divinidad que delira». Esas palabras que no sólo denuncian el desorden sino que lo ejemplifican también, notoriamente prueban su gusto pésimo y su desesperada ignorancia. En efecto, la Biblioteca incluye todas las estructuras verbales, todas las variaciones que permiten los veinticinco símbolos ortográficos, pero no un solo disparate absoluto. Inútil observar que el mejor volumen de los muchos hexágonos que administro se titula «Trueno peinado», y otro «El calambre de yeso» y otro «Axaxaxas mlo». Esas proposiciones, a primera vista incoherentes, sin duda son capaces de una justificación criptográfica o alegórica; esa justificación es verbal y, ex hypothesi, ya figura en la Biblioteca. No puedo combinar unos caracteres dhcmrlchtdj que la divina Biblioteca no haya previsto y que en alguna de sus lenguas secretas no encierren un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de ternuras y de temores; que no sea en alguno de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios. Hablar es incurrir en tautologías. Esta epístola inútil y palabrera ya existe en uno de los treinta volúmenes de los cinco anaqueles de uno de los incontables hexágonos, y también su refutación. (Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?).
La escritura metódica me distrae de la presente condición de los hombres. La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma. Yo conozco distritos en que los jóvenes se prosternan ante los libros y besan con barbarie las páginas, pero no saben descifrar una sola letra. Las epidemias, las discordias heréticas, las peregrinaciones que inevitablemente degeneran en bandolerismo, han diezmado la población. Creo haber mencionado los suicidios, cada año más frecuentes. Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana - la única - está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta.
Acabo de escribir infinita. No he interpolado ese adjetivo por una costumbre retórica; digo que no es ilógico pensar que el mundo es infinito. Quienes lo juzgan limitado, postulan que en lugares remotos los corredores y escaleras y hexágonos pueden inconcebiblemente cesar, lo cual es absurdo. Quienes la imaginan sin límites, olvidan que los tiene el número posible de libros. Yo me atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden). Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza.
FIN 

2012/08/13

"the tree is a universal metaphor for the self, for the ego
so you can thing of your trees as representations of you"

dibuixa un arbre...
per què?
"l'arbre és una metàfora universal del jo, de l'ego
aleshores pots pensar en el teu arbre com una representació teva"

2012/08/12

un temple budista a Koenji


camins jardí...















carrers jardí, tranquils i canviants... que quan et perds et porten a casa 。。。























unes escales apareixen al mig d'un carrer amb pendent?




















una dona gran camina sota la calor














una casa en runes... ensenya de la millor manera com és!














a l'entrada de l'escola...

Za-Koenji Public Theatre















Za-Koenji Public Theater  Toyo Ito

NA house















Koenji  NA house   Sou Fujimoto

2012/08/09

la Contra


http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120809/54335141161/la-contra-rosa-esteva.html


"El futuro es creer, renovarse, es no conformarse"

09/08/2012 - 00:00
Foto: Ana Jiménez


Ahora me doy cuenta, tuve la suerte de que los problemas y las circunstancias me hicieran trabajar, aunque entonces no me educaron para ello.

¿La perfecta ama de casa?
Ese era mi futuro. Me enseñaron a cocinar, a poner bien la mesa, esa ha sido mi carrera. Me casé con 19 años y con 23 nació mi cuarto hijo. Fueron épocas difíciles porque mi madre pasó años enferma hasta que murió con 54 años. Y también tuve que cuidar de mi hermano Jacinto y de mi marido.

Eso es amor.
Sí, amar es cuidar, estar en clínicas porque te necesitan; tener la casa llena de gente para que se lo pasen bien. Pero también por amor he sido capaz de cruzar el desierto, ponerme delante de un elefante, aprender a conducir por África...

¿Cuándo se convirtió en empresaria?
Cuando hubo necesidad. En casa siempre había mucha gente a la hora de comer, así que pensé que eso era lo mejor que sabía hacer, y con mi hijo Tomás monté un pequeño restaurante que se llenó de gente y de artistas que llenaron las paredes de arte.

Hace ya 25 años.
Nunca pensé que llegaríamos a tener tantos restaurantes, todos diferentes, y un hotel. Ver que tu descendencia funciona, y que los que empezaron con nosotros son ahora la empresa de futuro, me hace sentir que mi vida tiene sentido, y no hablo de dinero.

Habla de equipo bien entendido.
Trabajar me ha aportado relaciones muy ricas, y dar trabajo también me hace muchísima ilusión.

...
Trabajar me ha abierto la mente, me permite conocer a gente interesante, de todo tipo y oficio, y estar atenta a tendencias. Acabas sabiendo de vino, de pesca, de hortalizas y tipos de cristal y porcelanas. Y ahora de colchones y masajes con el hotel Omm.

Es usted inagotable.
Vivo otra juventud (todo el equipo es joven y mis amigos también), y como entre mis hijos y yo había muy poca diferencia de edad me ayudaron desde el principio. Ahora vuelan solos, todos tienen sus negocios y estoy orgullosa de que me hayan superado con creces.

Ley de vida.
Aprendemos unos de otros. Yo hay algo que no olvido de mi padre, se trata del bien hacer. Cuando mi padre tuvo problemas con algún negocio, vendió propiedades para indemnizar a todos sus empleados. Esa honradez y responsabilidad me parecen elementos fundamentales del éxito.

Pues no ha sido la filosofía que ha reinado en las últimas décadas.
Por desgracia hemos vivido años dorados de los especuladores. Ya veíamos todos que no había tanta gente para tanto ladrillo. Y tanta costa destruida..., qué mala gestión han hecho los políticos. ¿Sabe qué pienso?

¿Qué piensa?
En general son muy pocos los que tienen estudios empresariales. Para operar se ha de ser cirujano y para hacer un rascacielos arquitecto. ¿Qué preparación, qué experiencia tienen algunos políticos para no malgastar nuestro dinero?

...
Es difícil avanzar en el desacuerdo. La oposición, además de cuestionar, debería sumar, dar ideas. Trabajar en equipo, con ilusión y diversidad es la mejor opción para una empresa, y un país es una empresa.

Una empresa que hace agua.
El futuro es creer, es renovarse, es no conformarse, pero hoy a los políticos les preocupa más seguir mandando que sacar el país adelante.

¿Cómo ve Barcelona?
Barcelona, que siempre ha sido una ciudad muy especial, creativa y acogedora, ha perdido esa creatividad con tantas normas.

¿Exceso de regulación?
Sí, la apertura de los años setenta y ochenta nos hizo crecer, pero ahora a las personas creativas les cortan las alas.

"Si quieres hacer algo, tienes que marcharte de aquí", dicen muchos.
Gaudí, que es ícono de nuestro turismo, conocido en todo el mundo, ahora no habría podido hacer la Pedrera ni la casa Batlló, no le hubieran dejado. ¿Sabe para quiénes son perfectas las normas?

Para los que las hacen.
Y para quienes no les importa la estética, para quienes sólo les interesa el dinero, esos se amoldan a la perfección, pero la ciudad no gana.

¿Alguna idea?
Olvidarnos de la uniformidad. Tendríamos que mejorar la Rambla, que desde que la remodelaron los turistas dicen que es decepcionante. Esos quioscos fríos y faltos de personalidad multiplicados a lo largo de todo el paseo para vender camisetas, souvenirs y helados, son nefastos; prefería los pájaros.

Muchos ciudadanos también.
El problema es que a los ciudadanos nadie nos consulta, ni nos escucha. Barcelona ha de ser atractiva por ella, no para despedidas de solteros. Ha de ser una ciudad viva, interesante y divertida por sí misma.

Los lugares atractivos de las ciudades siempre han sido los auténticos y bohemios.
Y eso sólo puede surgir de la ilusión de las personas que viven una ciudad. Basta de McDonald's y Baguetina Catalana.

2012/08/07

un dia qualsevol,
començant a teclejar... per aconseguir escriure, sobre el què¿
ja ho veurem mentre les lletres van apareixent davant dels meus ulls
enllaçant la següent i dient alguna cosa, el buit...

Un dilluns pel matí, sense un cap de setmana mirant enrera, potser un cap endavant. Són les 9.30 i el cel és gris. Comença a caure alguna gota, a mig camí del despatx en cauen unes quantes més. Sortejant els cotxes i tapada pels carrils drets i gràcies a la ronda elevada evitant una dutxa.
Deu minuts més tard el diluvi des de l'interior, m'he salvat d'una caiguda a la piscina.
Dia de reunió i acabant de preparar les propostes amb els companys, últims canvis, arriben els clients cap a la 1. A les 2 tenen gana així que marxem tots i agafem unes maquetes i plànols i seguim mentres dinem al restaurant italià que fa poc hem inaugurat. L'alemany ens convida, una pasta, un pa, els jocs olímpics des de la pantalla projectada, i mentrestant menjar i treballar, no riuen molt, no expressen els seus sentiments, els expressen amb els missatges, la comunicació del missatge i no de l'expressió. Costa d'entendre.

Tornem a la oficina, un espai hiperaprofitat, és Tokyo... les cortines fan parets i apareixen quan fan falta, desapareixen i entre els prestatges un envà espia. Un sol espai, petit i que costa d'esbrinar. Inclús de passar d'un lloc a l'altre... el país de Liliput
Els clients han seguit el camí i la reunió segueix, de fet no ha parat, tot i que entremig tenien gana... itadakimasu!




2012/08/06















aquest tobogan descriu algo que vaig sentit al dia a dia...
de la mateixa manera que han pensat de doblar el tobogan,
i les mil i una més simplificacions,

el lloc per deixar els tiquets de la compra just al pagar a la botiga,
lloc per omplir la cistella més enllà del caixer,
pega amb aplicador pal tap,
caminet posterior per passar la bicicleta ...















partit Japó - Egipte ...
al bar del costat del despatx...
i acabant a les 22h, marxar altre cop i a seguir treballant?
si si ...!

aquí no fan falta els "enanitos",
aquests són reals i no paren mai ... són màgics!
















compartint un meló...

el preu de la fruita,
40eur un meló? l'ha portat el "samurai" de Hokkaido
i sense incloure cost de transport
perquè aquí valorem la feina del qui la fa créixer i la recull ...

valorar el menjar, la fruita, com és això?

pd: diumenge, al despatx, cap de setmana? canviant la manera de veure les coses,
cuinar una truita de patates també per compartir,
mentre el veí se'n va a la platja i jo a treballar
vaig interioritzant que aquí no es para mai ...

2012/08/04

http://cugat.cat/noticies/Societat/78644.htm


Una alumna de l'ETSAV finalista al concurs per dissenyar una parada ocellaire
Maria Cusó | Noticia publicada el 25/juliol | 231 lectures
L'alumna de l'Escola Tècnica Superior d'Arquitectura del Vallès (ETSAV) Berta Morata ha participat al concurs d'idees per redissenyar les parades d'ocellaires de Barcelona. Morata, que va ser una de les 12 persones seleccionades de diferents escoles catalanes per formar part d'aquesta iniciativa, ha proposat una parada convertible en grada per contemplar l'espectacle diari de la Rambla. El concurs està impulsat per l'associació d'ocellaires de la Rambla i l'Agència de Suport a l'Arquitectura de Barcelona (AAAB).
Els ocellaires de la Rambla de Barcelona i l'Agència de Suport a l'Arquitectura de Barcelona (AAAB) han presentat a l'Ajuntament de Barcelona 12 projectes per redissenyar les parades d'ocellaires del passeig. La proposta, emmarcada dins el Pla Cor per repensar els aspectes de la via barcelonina, vol millorar el disseny de les actuals parades evitant-ne la seva desaparició.

L'alumna de l'ETSAV, Berta Morata, ha estat una de les participants del concurs amb la seva proposta d'una parada que es converteix en un banc-grada que permet als vianants contemplar els espectacles que tenen lloc cada dia a la Rambla, basada en el concepte de variabilitat contemporània.

Actualment, Morata està treballant en un despatx d'arquitectura a Tòquio, al Japó, gràcies a una beca de col·laboració amb l'escola santcugatenca. La jove estudiant ha explicat en una entrevista a Cugat.cat que el futur de l'arquitectura es troba en països com el Japó ja que aquí a Catalunya el sector no passa pel seu millor moment. Tot i això, Morata ha afirmat que li agradaria poder tenir l'opció d'escollir entre quedar-se a casa o marxar a treballar fora.

Berta Morata

Els estudiants d'arquitectura veiem que no hi ha feina per a tothom. Ja he treballat en diverses ocasions a l'estranger, però m'agradaria poder escollir.

Escolta-ho



Tot i que el projecte de l'estudiant de l'ETSAV no ha estat, finalment, un dels finalistes, la jove ha manifestat el seu desig que l'Ajuntament de Barcelona renovi les parades d'ocellaires i que aquestes puguin mantenir la seva essència.

Els projectes, que encara no s'han pressupostat, estan ara a l'espera de saber la decisió del consistori barceloní.

2012/08/03

いかれちゃったね

2012/08/02

I'm all right


Sad lisa


- go ahead
-go ahead with what?
- Write!
- What do you do?
- I'm writing.
Like you will when you start punching those keys.
Is that a problem?
- No I'm just thinking
- No... NO thinking, it comes later
...
- You write your first draft with your heart
You rewrite with your head
The first key to writing is to write, not to think.
...
- What's this?
- start typing that, sometimes a simple sample gets you from page one to page two...
and when you begin to feel your own watch, stop typing them
http://www.cuevana.tv/#!/peliculas/2367/play/url:http%3A%2F%2Fh10.baycdn.com%2Fdl%2F3f3b2503%2F501a392e%2F0%2F72b5fd%2F1%2F4440297%2FArC9ye%2Fa4f523f26c7bb61867fad3a0144921a5e93327bb%2FTemple.Grandin.2010.RERIP.DVDRip.XviD-TASTE.mp4/def:360

reaprenent de l'autisme, i d'aquell noi de la platja abans de venir ...

passió, realitat, aïllada? la Contra

el final de la Contra d'avui,
quanta raó!


http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120802/54331459408/la-contra-teresa-rodrigo.html

¿Y siente que se ha perdido algo?
La verdad es que lo que hacemos allí dentro es tan apasionante que me da un poco igual lo que pase fuera.

Si al universo le damos igual, ¿por qué nos tiene que preocupar a nosotros?
Es emocionante y hermoso que le demos igual. El androcentrismo es mucho menos interesante que la realidad y además es falso. La verdad es que ahora mismo la humanidad entera puede desaparecer y el universo seguirá su curso inalterado.

2012/08/01

la lluna 。。。










lluna plena, a Tòquio, 
mentre t'adones que el temps pot passar lent,
sobretot quan deixes d'estar tant ocupada
un día amb febre a casa
mentre et vas recuperant,
fas una volta a fer la compra
tornant cap a casa
lluna plena,
en cada instant igual

els núvols passen i la llum canvia
el temps passa,
t'adones i prens consciència
m'agrada pensar que sempre és igual,

mirar la lluna o sortir el sol,
és algo que quan viatges pots veure cada dia
en un indret diferent

només a Lhasa,
on em llevava cada dia abans de sortir el sol
i la lluna alineada al carrer principal,
camí a recórrer amb els locals
el recorregut i meditant ...

potser en aquesta ciutat
tant estressant
tant tranquil·la en altres llocs
tant cordial en la seva gent
pensaments amagats,
tant irreal en el seu ordre amagat ...
tant naturalment malalta?

oyasumi nasai!