2012/08/09

la Contra


http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120809/54335141161/la-contra-rosa-esteva.html


"El futuro es creer, renovarse, es no conformarse"

09/08/2012 - 00:00
Foto: Ana Jiménez


Ahora me doy cuenta, tuve la suerte de que los problemas y las circunstancias me hicieran trabajar, aunque entonces no me educaron para ello.

¿La perfecta ama de casa?
Ese era mi futuro. Me enseñaron a cocinar, a poner bien la mesa, esa ha sido mi carrera. Me casé con 19 años y con 23 nació mi cuarto hijo. Fueron épocas difíciles porque mi madre pasó años enferma hasta que murió con 54 años. Y también tuve que cuidar de mi hermano Jacinto y de mi marido.

Eso es amor.
Sí, amar es cuidar, estar en clínicas porque te necesitan; tener la casa llena de gente para que se lo pasen bien. Pero también por amor he sido capaz de cruzar el desierto, ponerme delante de un elefante, aprender a conducir por África...

¿Cuándo se convirtió en empresaria?
Cuando hubo necesidad. En casa siempre había mucha gente a la hora de comer, así que pensé que eso era lo mejor que sabía hacer, y con mi hijo Tomás monté un pequeño restaurante que se llenó de gente y de artistas que llenaron las paredes de arte.

Hace ya 25 años.
Nunca pensé que llegaríamos a tener tantos restaurantes, todos diferentes, y un hotel. Ver que tu descendencia funciona, y que los que empezaron con nosotros son ahora la empresa de futuro, me hace sentir que mi vida tiene sentido, y no hablo de dinero.

Habla de equipo bien entendido.
Trabajar me ha aportado relaciones muy ricas, y dar trabajo también me hace muchísima ilusión.

...
Trabajar me ha abierto la mente, me permite conocer a gente interesante, de todo tipo y oficio, y estar atenta a tendencias. Acabas sabiendo de vino, de pesca, de hortalizas y tipos de cristal y porcelanas. Y ahora de colchones y masajes con el hotel Omm.

Es usted inagotable.
Vivo otra juventud (todo el equipo es joven y mis amigos también), y como entre mis hijos y yo había muy poca diferencia de edad me ayudaron desde el principio. Ahora vuelan solos, todos tienen sus negocios y estoy orgullosa de que me hayan superado con creces.

Ley de vida.
Aprendemos unos de otros. Yo hay algo que no olvido de mi padre, se trata del bien hacer. Cuando mi padre tuvo problemas con algún negocio, vendió propiedades para indemnizar a todos sus empleados. Esa honradez y responsabilidad me parecen elementos fundamentales del éxito.

Pues no ha sido la filosofía que ha reinado en las últimas décadas.
Por desgracia hemos vivido años dorados de los especuladores. Ya veíamos todos que no había tanta gente para tanto ladrillo. Y tanta costa destruida..., qué mala gestión han hecho los políticos. ¿Sabe qué pienso?

¿Qué piensa?
En general son muy pocos los que tienen estudios empresariales. Para operar se ha de ser cirujano y para hacer un rascacielos arquitecto. ¿Qué preparación, qué experiencia tienen algunos políticos para no malgastar nuestro dinero?

...
Es difícil avanzar en el desacuerdo. La oposición, además de cuestionar, debería sumar, dar ideas. Trabajar en equipo, con ilusión y diversidad es la mejor opción para una empresa, y un país es una empresa.

Una empresa que hace agua.
El futuro es creer, es renovarse, es no conformarse, pero hoy a los políticos les preocupa más seguir mandando que sacar el país adelante.

¿Cómo ve Barcelona?
Barcelona, que siempre ha sido una ciudad muy especial, creativa y acogedora, ha perdido esa creatividad con tantas normas.

¿Exceso de regulación?
Sí, la apertura de los años setenta y ochenta nos hizo crecer, pero ahora a las personas creativas les cortan las alas.

"Si quieres hacer algo, tienes que marcharte de aquí", dicen muchos.
Gaudí, que es ícono de nuestro turismo, conocido en todo el mundo, ahora no habría podido hacer la Pedrera ni la casa Batlló, no le hubieran dejado. ¿Sabe para quiénes son perfectas las normas?

Para los que las hacen.
Y para quienes no les importa la estética, para quienes sólo les interesa el dinero, esos se amoldan a la perfección, pero la ciudad no gana.

¿Alguna idea?
Olvidarnos de la uniformidad. Tendríamos que mejorar la Rambla, que desde que la remodelaron los turistas dicen que es decepcionante. Esos quioscos fríos y faltos de personalidad multiplicados a lo largo de todo el paseo para vender camisetas, souvenirs y helados, son nefastos; prefería los pájaros.

Muchos ciudadanos también.
El problema es que a los ciudadanos nadie nos consulta, ni nos escucha. Barcelona ha de ser atractiva por ella, no para despedidas de solteros. Ha de ser una ciudad viva, interesante y divertida por sí misma.

Los lugares atractivos de las ciudades siempre han sido los auténticos y bohemios.
Y eso sólo puede surgir de la ilusión de las personas que viven una ciudad. Basta de McDonald's y Baguetina Catalana.